Para lograr esos objetivos de ingresos, los responsables de ventas han de aumentar la productividad de sus representantes para que puedan dedicar más tiempo a los clientes y menos a las tareas que no hacen crecer a la empresa. Esta necesidad ha incitado a que los responsables busquen estrategias para impulsar los ingresos sin aumentar la plantilla. Hoy en día, la mayoría de los clientes considera que la experiencia de usuario tiene la misma importancia que la calidad del producto en sus decisiones de compra. Al ofrecer una experiencia de usuario excelente a lo largo de todo el ciclo de ventas, las empresas tiene una mejor oportunidad de destacar entre sus competidores.
No obstante, los representantes no pueden por sí solos ofrecer el recorrido del cliente rápido, conectado y personalizado que los compradores exigen. Para prosperar, las organizaciones han de proporcionar a todo el equipo de ventas (desde los ejecutivos de cuentas a los gerentes) las herramientas, automatización y conversaciones adecuadas que necesitan para ser más productivos con los recursos de los que disponen.